Mi primer día de vacaciones estuvo bastante movidito. En la mañana Lisa y yo hicimos un buen entrenamiento con nuestro amigo súper atlético especialista en todo tipo de rutinas y el chascarrillo forzado de los video de P90x. De ahí al shopping para el viaje. Ahora que ganó Donald, se puede decir casi cualquier cosa de los gringos pero nadie puede negar el don natural que tienen para venderte justo lo que no sabías que necesitabas pero una vez que lo sabes te parece indispensable. Yo iba por una petaca y llegué a una tienda archi especializada y me compré mi back pack para el viaje a un precio razonable en dólares pero impagable en pesos. Una maravilla, la back pack y lo que saben los vendedores de sus productos. Poco después salimos Lisa, mis sobrinos y yo rumbo a las cataratas de Niagara. Como fue sorpresa, al principio a Lía no le agradaron los cambios de última hora en su agenda, pero una vez que adivinó el lugar (se tardó como 5 minutos) lo tomó por el lado amable. La verdad es que se portaron muy bien y hasta pudimos tener una buena plática de carretera. Bottom line: YOLO but YOH1L. Y que llegamos a Niagara a altas horas de la noche.
En Niagara hicimos el recorrido qué hay que hacer. No pudimos tomar el barquito porque todavía era invierno. Como cataratas son impresionantes, sobretodo la fuerza del agua. El pueblito alrededor como que rompé con el tema de la naturaleza pero se entiende porque fue hace varias décadas que se empezó a explotar como destino turístico. De ahí nos fuimos a Toronto y llegamos muertos en la noche. Sobretodo yo. Esto de viajar con niños es un deporte de
jpgonzalezambia
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15 Apr 2020
March 17, 2017
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Toronto
Mi primer día de vacaciones estuvo bastante movidito. En la mañana Lisa y yo hicimos un buen entrenamiento con nuestro amigo súper atlético especialista en todo tipo de rutinas y el chascarrillo forzado de los video de P90x. De ahí al shopping para el viaje. Ahora que ganó Donald, se puede decir casi cualquier cosa de los gringos pero nadie puede negar el don natural que tienen para venderte justo lo que no sabías que necesitabas pero una vez que lo sabes te parece indispensable. Yo iba por una petaca y llegué a una tienda archi especializada y me compré mi back pack para el viaje a un precio razonable en dólares pero impagable en pesos. Una maravilla, la back pack y lo que saben los vendedores de sus productos. Poco después salimos Lisa, mis sobrinos y yo rumbo a las cataratas de Niagara. Como fue sorpresa, al principio a Lía no le agradaron los cambios de última hora en su agenda, pero una vez que adivinó el lugar (se tardó como 5 minutos) lo tomó por el lado amable. La verdad es que se portaron muy bien y hasta pudimos tener una buena plática de carretera. Bottom line: YOLO but YOH1L. Y que llegamos a Niagara a altas horas de la noche.
En Niagara hicimos el recorrido qué hay que hacer. No pudimos tomar el barquito porque todavía era invierno. Como cataratas son impresionantes, sobretodo la fuerza del agua. El pueblito alrededor como que rompé con el tema de la naturaleza pero se entiende porque fue hace varias décadas que se empezó a explotar como destino turístico. De ahí nos fuimos a Toronto y llegamos muertos en la noche. Sobretodo yo. Esto de viajar con niños es un deporte de
alto rendimiento y eso que se portaron muy bien. En la noche llegó Fer, recién salido de la chamba.
Lo mejor de Toronto fue la familia Valdez (s) - Ambía con todas sus ramificaciones. Y por supuesto el héroe de esta viaje: Franco, el más joven integrante de la familia Ambía. Hubo de todo: martinis (con 1 fue suficiente) con mi queridísima Tía Angeles, una exploración urbana para la búsqueda de chelas en todo el zip code con mis primos, una botella de tequila con Paco y mi tío Pepe y, por supuesto, un cafesito en la antigüa destilería bourbon de Toronto con la gran Carito. No todo fue fiesta, también hubo agua bendita. A eso fuimos. El bautismo de Franco fue en una iglesia minimalista muy elegante, que no sabías si era misa o una sesión plenaria de la ONU. Y mejores padrinos no pudieron haber escogido. Junto con Franco bautizaron a un bebé de origen latino, otro de asiático y otro de origen africano. Realmente en Canadá se vive una integración real entre gente con orígenes muy diversos.
Y las noches de Toronto serán recordadas por las cenas con Nacho. La primera en un restaurante francés extraordinario junto con Fer. La plática fue tan buena que ya no me acuerdo de que platicamos. Y la segunda en el restaurante de confianza de Nacho, un italiano en el distrito financiero de Toronto. No sorprendentemente, en ambos lugares, el chef y el sommelier lo conocían a la perfección. Lo que si me sorprendió es que ambos resultamos ser unos millennials advenedizos. Vivimos en Airbnbs. Nos movemos en Uber. Y pagamos con Bitcoins; bueno, al menos yo, porque Nacho invitó ambas cenas. De esas charlas, se me quedó la espina de hacer el camino a Santiago
Plop #1: Andaba muy greñudo para mí estándar. Fui al peluquero de la esquina que resultó ser de origen armenio y casado con mexicana. Me contó que los armenios también habían sufrido un holocausto en la SGM a manos de los turcos. Y que su familia había tenido que huir a Irak (de Guatemala a Guatepeor) y luego a Canadá (uff). Entre tanta tragedia, dejé mi tarjeta de crédito en la terminal...por suerte no me tocó pagar los platos rotos, sólo regresé por ella
1.
Bad hombre en camino
2.
Toronto familiar
3.
La tierra del pájaro Auck
4.
Entre bahías y tratados
5.
Una Madre Tierra explosiva
6.
Medio maratón alpino
7.
Despedida de la Isla Norte
8.
Los sorprendentes glaciares
9.
El otro fin del mundo
10.
Bye bye primer mundo
11.
En persa
12.
Where is Saguii
13.
El imán del desierto
14.
Aquí habló Zaratustra
15.
Cosmopolitanismo islámico
16.
El ascenso rompequinielas
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