Nos despertamos a las 8:30. Ya sabíamos que nuestros compis holandeses de habitación (que había olvidado mentar) se largaban y por tanto teníamos la esperanza de encontrar habitación libre. Bajamos a recepción y el colega nos dice que no nos preocupemos, que si vamos a Firenze encontramos sitio seguro, si no volvemos a Lucca a las 15:00 y tampoco había problema. Más esperanzados que confiados cojemos el tren para Firenze a las 10:00. Como en el albergue no nos habían dado de desayunar hemos comprado 3 manzanas y 3 melocotones por 5800L, así aguantamos hasta la comida.
Llegamos a Firenze a las 11:40. Como Raúl se había estado estudiando el callejero, nada más aparcar, ponemos rumbo al albergue. Nos pensábamos que estaba más cerca. Nos hemos pegado una pateada de la ¡hostia! Casi 1 hora andando o más con la mochila a cuestas. Sin exagerar hemos rodeado la mitad de la ciudad porque el albergo estaba a la otra punta de la ciudad. Llegamos exhaustos al albergue y nos dicen que sólo les
rapetrer
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16 Apr 2020
July 17, 2001
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Florencia
Nos despertamos a las 8:30. Ya sabíamos que nuestros compis holandeses de habitación (que había olvidado mentar) se largaban y por tanto teníamos la esperanza de encontrar habitación libre. Bajamos a recepción y el colega nos dice que no nos preocupemos, que si vamos a Firenze encontramos sitio seguro, si no volvemos a Lucca a las 15:00 y tampoco había problema. Más esperanzados que confiados cojemos el tren para Firenze a las 10:00. Como en el albergue no nos habían dado de desayunar hemos comprado 3 manzanas y 3 melocotones por 5800L, así aguantamos hasta la comida.
Llegamos a Firenze a las 11:40. Como Raúl se había estado estudiando el callejero, nada más aparcar, ponemos rumbo al albergue. Nos pensábamos que estaba más cerca. Nos hemos pegado una pateada de la ¡hostia! Casi 1 hora andando o más con la mochila a cuestas. Sin exagerar hemos rodeado la mitad de la ciudad porque el albergo estaba a la otra punta de la ciudad. Llegamos exhaustos al albergue y nos dicen que sólo les
quedan tres camas. Una vez más tenemos la suerte de nuestro lado.
Dejamos las mochilas y nos vamos a ver Firenze. Florencia es la hostia. Preciosa, increíble (me van a pegar pero es Abi). Hemos ido al duomo y al Baptisterio. Por subir a la cúpula nos cobraron 10.000L, pero ha merecido la pena de largo. La vista era espectacular, increíble, preciosa (una vez más, Abi).
Para comer, ya que nos habíamos propuesto ahorrar, hemos comprado dos barras de pan, dos latas de atún y un bote de nocilla (11.500L). Así que a la vera del Duomo sacamos la navaja, partimos el pan y lo rellenamos de atún. Comida triste pero…
Después de comer hemos dado una vuelta por Florencia y nos hemos terminado de enamorar. Mañana volveremos. Muertos, literalmente, hemos cojido el bus a las 19:20. Llegados al albergue
nos duchamos, nos comemos el pan con nocilla y charlamos un rato con una pareja española (Barcelona) que nos aconsejan sobre Grecia, ya que ellos habían estado allí.
Para dormir, estamos en unas tiendas grandes tipo militar con 6 camas, nos ha tocado uno en cada tienda pero, más vale eso que la calle.