Cogemos el día en el cuchitril de tren mentado anteriormente. La noche es más o menos tranquila. Hay amenazas de robo, pero de poca consideración. De todas formas tomamos nuestras precauciones: Se duerme con un ojo abierto y el otro medio cerrado. Aún así y a pesar de todo, hemos descansado más de lo que parece. A malas penas recuerdo haber pasado por Marsella, Cannes, Niza, Mónaco y Montecarlo.
A las 8:37 llegaba el tren a Ventimiglia. Muchos policías spaghetti pero ningún problema hasta el momento. Disfrutamos en este instante de un frondoso parque junto a la costa del mare nostrum. Hay mercadillo de hippies como en nuestra tierra. Nos compraremos 1 Kg de melocotones (precio 2000 L). Ventimiglia es un pueblo muy coqueto.
11:15. Salimos de Ventimiglia, intentamos pasarnos de listos colándonos en el vagón de primera clase, pero una revisora muy amable nos informa de que con interrail se viaja en
rapetrer
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16 Apr 2020
July 15, 2001
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Ventimiglia, Genova
Cogemos el día en el cuchitril de tren mentado anteriormente. La noche es más o menos tranquila. Hay amenazas de robo, pero de poca consideración. De todas formas tomamos nuestras precauciones: Se duerme con un ojo abierto y el otro medio cerrado. Aún así y a pesar de todo, hemos descansado más de lo que parece. A malas penas recuerdo haber pasado por Marsella, Cannes, Niza, Mónaco y Montecarlo.
A las 8:37 llegaba el tren a Ventimiglia. Muchos policías spaghetti pero ningún problema hasta el momento. Disfrutamos en este instante de un frondoso parque junto a la costa del mare nostrum. Hay mercadillo de hippies como en nuestra tierra. Nos compraremos 1 Kg de melocotones (precio 2000 L). Ventimiglia es un pueblo muy coqueto.
11:15. Salimos de Ventimiglia, intentamos pasarnos de listos colándonos en el vagón de primera clase, pero una revisora muy amable nos informa de que con interrail se viaja en
segunda. Tampoco está mal, es más, bastante bueno comparado con la butifarra ultrasónica que nos ha traído aquí.
Nota: Me he comprado un gorro (10.000L) y hay cuatro tías que nos persiguen (ya nos gustaría).
Nota: Realmente nos están persiguiendo porque se han bajado en Génova con nosotros.
Han sido dos horas y media de trayecto tranquilo por la liguria italiana. Calas de rocas, acantilados y túneles. Dormida de rigor para recobrar un poco las fuerzas.
La llegada a Génova ha sido triunfal. Llegamos a la estación del pŕincipe a las 13:35 y preguntamos por los trenes hacia Florencia de mañana. Salimos de la estación y como no divisamos ninguna oficina de información, preguntamos a dos ancianos muy amables.
Nos dicen que para ir al albergue hay que coger un par de autobuses y como aquí esto funciona comprando el billete de antemano y nosotros no lo habíamos hecho, nos incitan a colarnos en el 35. Nos indican dónde debemos bajar para coger el 40, al cual nos colamos ya sin ayuda.
Este bus nos deja en la puerta del albergue. Allí nos encontramos con un señor muy amable, con el cual mantenemos una conversación a medias (nos entendemos como podemos). El señor nos explica que mejor cojamos el billete del bus, porque la multa en caso de que nos pillen es de 50.000L. Continuamos charlando con el caballero a la espera de que nos abran el albergue, son las 15:15.
Por fin abren el albergue, es un sitio muy limpio y está muy bien. Las camas son cómodas. Sólamente llevamos dos días y ya necesitamos una cama para reponernos completamente. Después de dejar las cosas a buen recaudo en la taquilla, sacamos dos billetes de bus de 90 minutos y bajamos a ver Génova. Una vez más, nos colamos en el trayecto de ida (somos unos pillos). Llegamos a la zona más vistosa de Génova: piazza Ferrari, basílica de San Lorenzo, puerta Soprana… A las 18:00 volvemos a coger el bus (40), esta vez usando el billete que habíamos comprado porque ya nos daba un poco de vergüenza.
Llegamos al albergue y nos duchamos por turnos. El primero es Raúl, al cual se le ocurre mejorar el aroma de las duchas dejando caer una botella de Massimo Dutti enterita al suelo. Por supuesto, esta se rompió y consiguió su fin. Después me duché yo y luego Jorge.
A las 20:00 bajamos a cenar por 5000L (plato spaghetti o macarrones) más 1500L en concepto de botella de agua. Un poco cansados ya, volvemos a las habitaciones y nos disponemos a dormir, ya que mañana tenemos que coger un tren hacia Pisa a las 8:20.
Génova es una ciudad en cuesta. Desde el albergue tenemos una vista muy bonita de la ciudad y de su puerto. La zona que visitamos era muy bonita pero la primera impresión fue penosa, ya que el tren entraba por la zona industrial (fea, fea). La zona de la Liguria está muy bien, pero es todo igual. Montañas junto al mar, todas muy verdes e infestadas de cuestas, acantilados, calas de rocas y muchos túneles.