Si vas a Isabela es un lugar que definitivo tienes que visitar con mucha precaución. El Pozo de Jacinto es un hoyo gigante en las rocas ubicado en la Playa de Jobos, donde las olas chocan provocando que estas salpiquen dentro del pozo.
Cuenta una leyenda que Jacinto era un jíbaro que se acercaba a menudo a la cueva del hoyo para almorzar, con la correa de su vaca atada a la cintura. Un día, un fuerte trueno asustó a la vaca y está corrió, cayó por el pozo arrastrando a Jacinto con ella y ambos se ahogaron. Se dice que si dices hacia el pozo: "Dame la vaca, Jacinto.", el océano se enfurece y se agita salvajemente en respuesta. ¿Lo intentará?
- Myri & Javi - Instagram: @depaseoconmyriyjavi